Testimonios

Una "gracia extraordinaria" 

"me licencié en Medicina pero siempre tendré presente que sin la Hermana Teresa no lo hubiera conseguido".

Todos tenemos etapas en nuestra vida en la que nos encontramos perdidos. Yo pese a tener una capacidad superior a la media y una gran vocación por la medicina era incapaz de concentrarme y los fracasos en los exámenes eran constantes hasta llegar a una situación límite, si aprobaba podía continuar con los estudios y ser médico para ayudar a los que necesitan y si suspendía me echarían de la universidad y no podría realizar mi sueño.
Mi hermana, me habló de la H. Teresa Mira y me dio un bolígrafo en el que figuraba su imagen y en el rezaba “para Dios todo es poco”. Una noche, quedando pocos días para las pruebas cogí la estampita de la hermana Teresa y le dije: “ Hermana Teresa, sé que  igual no merezco tu ayuda pero te pido que me des fuerza y ánimo y ganas de luchar”, comencé  a estudiar esa misma noche y cada vez que me quería rendir le pedía a la Hermana Teresa  que me ayudara, que no me dejara….
Comencé los exámenes, eran muchas asignaturas, una tras otra, pero este vez no tenía miedo porque llevaba a la Hermana Teresa guardada en mi bolsillo. Cuando me encontraba alguna pregunta de test que no sabía, simplemente dejaba que el bolígrafo de la Hermana Teresa me guiara, puede parecer increíble pero así fue, casos como la asignatura de digestivo 94 aciertos de 100 (mejor nota de universidad), o inmunidad , reumatología, traumatología, infecciosas, así hasta hasta 12 asignaturas en 12 días. Cuando terminaba un examen. Dormía 4 horas, rezaba le daba las gracias por su ayuda a la Hermana Teresa y me ponía a estudiar con fuerza para el día siguiente.  Desde ese momento no volví a suspender ningún examen y aunque las situaciones fueran complejas siempre lograba salir airoso.
Finalmente conseguí mi sueño y me licencié en Medicina pero siempre tendré presente que sin la Hermana Teresa no lo hubiera conseguido.


                                                                                   Dr. Ángel García Pardo




GRACIAS HERMANA TERESA

Como todos los años fui a mi país LIMA-Perú, me quedé dos meses para visitar a mis familiares y amistades, cuando bajé del avión me encontraba un poco raro con el ojo izquierdo, me parecía que no veía bien y tenía que tirar la cabeza hacia atrás para ver, cuando salí para ver a mis amigos que entusiasmados me esperaban, todos se dieron cuenta del ojo y me lo preguntaron; en ese momento ya me sentí fastidiado y preocupado.

Pasaron unos días y me sentí muy preocupado ya que el parpado se estaba cayendo cada vez hasta el punto de casi cerrarme el ojo, me fui a urgencias de una clínica, el primer médico me dijo cosas alarmantes a las que no di crédito, ya me que dijo que era una parálisis facial, me puso un parche y para casa, al día siguiente ya tenía cita con el especialista oftalmólogo, él me dijo que tenía el ojo bien. Me hizo varias pruebas, pero tenía que hacerme otra prueba más profunda.

Preocupado llamé a mi amigo Raúl y me dio una dirección de unos especialistas en oftalmología, me fui esa tarde y me dijeron que tenía que venir muy temprano para que me dieran cita.

Me levanté muy temprano para acudir a sacar cita;  a las 6 am estaba allí y había una larga cola, me dijeron que a las 8 am empezaban a entregar los tickets, a medida que se acercaba el tiempo llegaba más gente, preguntaba a todos, había gente que venía de muchas provincias y que estaban desde una noche atrás ya que dicen que allí había los mejores médicos. Yo me estaba preocupando ya que me dijeron que solo daban 40 tickets por día, y yo estaba sobre el número 60 y detrás mío llevaba una fila interminable.

Llegan las 8 am hora de entrega de los tickets para la consulta, y nervioso para ver si me dan hora para atenderme, la gente desesperada, cuando el hombre se levanta y dice: hasta mañana,  no hay más tickets, la gente se venía encima del hombre para decirle:" LLEVO DOS NOCHES AQUÍ" otros " YO VENGO DE PROVINCIA”... el hombre se fue y nos dejó a mucha gente parada sin dar más explicación.

Yo no sabía qué hacer estaba nervioso veía a mucha gente con casos peores que el mío, pero yo estaba a punto de gritar o llorar,  no sabía qué hacer,  me encontraba solo, llamé a Salvador a España y le conté un poco lo que pasaba,  no podían atenderme que quizás tendría que quedarme una noche para tener un ticket. Él no podía hacer nada desde allí, solo me dijo “le pediré a la hermana Teresa”.  Yo no soy muy creyente pero me sucedió algo, no sé si llamar milagro.


Cuelga el teléfono Salvador, cuando de pronto sale una monja y me acerco a ella y le dije: ¿ya no van a dar cita hoy?  Ya que tengo el ojo malo y no puedo casi ni ver. Ella me dijo venga por aquí, me llevó al segundo piso y me dijo tenga su cita, es para mañana a las 8 am y se marchó;  la cara se me puso de alegría solo por tener un ticket para mi visita, baje al primer piso donde seguía mucha gente y les dije hay una monja que me ha entregado una cita, todos me quedaron mirando y me dijeron,  “pero aquí no hay monjas cómo es que te dieron a ti la cita” , busqué por todo el hospital y no encontré a la monja, me dije ¿qué ha pasado?. Llamé a Salvador y le conté y me dijo:  “esto es un milagro, es la hermana Teresa”, quizás dije yo porque ese día no la vi.

Al día siguiente antes de mi cita estaba esperando, cuando decidí ir al barrio y veo pasar a la monja, ella se ríe y pasa,  yo quería agradecerle por el gesto de darme la cita.  solo crucé un pasillo y ya no estaba...como debo llamarlo ¿MILAGRO?, sí, es así. Pues a mí me paso esto. Por eso doy gracias a la hermana Teresa y a Salvador por rezar y estar pendientes de mí.

Hoy mi ojo está bien, me detectaron derrame ocular de tercer grado, debido a un estrés, gracias a los buenos médicos y a los rezos de Salvador que sirvieron mucho. Gracias hermana TERESA.

                                                  JAVIER MIGUEL TINERO                                      RASMUSSEN N.I.F : 39941791  
    Av. Pere el cerimonios 13 72 22 REUS — 






Teresa Mira Garcia, cmt

La Hna. Teresa Mira, es también conocida y querida en la ciudad natal de su santa Madre Teresa de Jesús. Desde hace mucho tiempo está presente en la sala de partos  de la Clínica “Santa Teresa” de Avila. Su  fotografía, muda en apariencia, ha sido testigo de experiencias hermosísimas y, a veces complicadas.


Hna. Teresa no es una simple espectadora. Ella juega siempre un papel relevante, silencioso y eficaz.
Durante unos días desapareció de la sala porque se estaban haciendo reformas, pero las enfermeras reclamaron enseguida su presencia..

Una mañana del mes de mayo, Lisa, una de las matronas se vio un poco apurada porque el parto no estaba siendo nada fácil. Miró a Teresa y le dijo: “Hermana, en tus manos lo pongo. A ver cómo te portas”. Dicho y hecho. En un instante nació la criatura, para alegría de sus padres, de Lisa y de todos.

Se confirma lo que ya sabemos: La Hna. Teresa apostó y sigue apostando por la vida, la defiende y la protege. Además tiene una pericia para interceder ante el Señor en ese momento trascendental y asombroso del nacimiento.

               La comunidad de la Clinica Santa Teresa
              Avila




5 Ptas. para sellos
(testimonio de su hermana Magdalena Mira,cmt)


"Recuerdo hermana mía que un día estando las dos en casa de D. Lola tú me dijiste: "Magdalena hazme una carta para unos señores bienhechores de San Jorge, porque presiento que necesitan consuelo porque están muy perseguidos, y me dijiste el nombre de la familia, que ya no me acuerdo; pero resulta que como yo casi nunca tenía ganas de escribir, pensé: le voy a decir que no escriba porque todo esto es un gasto de sellos, y así, verás como ya no me dice más que escriba". Así se lo dije, y recuerdo que al decirte "que era mucho gasto de sellos", tú, hermana mía, te quedaste callada mirándome, y enseguida contestaste: "bueno, todo lo que tú me dices me parece muy bien"...y ya no hablamos más de esto. Pero por lo visto, tú que obrabas más de cara a Dios y buscabas el  consuelo del hermano, no quedaste muy convencida a juzgar por lo que sucedió, y que tú misma me explicaste, al regreso de una de tus salidas a la calle para ir a la compra

Recuerdo que al llegar a casa te vi que venías muy contenta y me dijiste:

Escucha Magdalena, te voy a explicar lo que me ha pasado: cuando tú me dijiste que era mucho gasto de sellos, yo me callé, pero pedí al Señor que si era su voluntad que yo escribiera a estas familias que sabía necesitaban consuelo y aliento, me proporcionara, en la forma que quisiera, algún sello, y me añadió; fíjate qué bueno es el Señor, resulta que al salir de casa he visto como que volaba un papelito que ha venido a caer a mis pies, me paré, lo cojo y vaya sorpresa, veo que era un duro de papel de los que corrían cuando los rojos, pero que equivalían a 5 ptas. Y enseguida me ha venido al pensamiento, clara es la voluntad del Señor de que escriba a San Jorge, así es que, Magdalena, ya sabes que estas 5 ptas. serán todas para sellos para cumplir con todos los compromisos, y para mucho tiempo"

  Me convencí de que el Señor estaba de tu parte"...

 Hasta aquí el relato de H. Magdalena, que, no termina sino que sigue contándonos muchas otras cosas bellas de este ángel llamado Teresa Mira, que ha regalado el Señor a la Congregación, al mundo y a la Iglesia..

Sencillamente, sin palabras, sin ruido,

Teresa Mira, ha ido dejando una estela luminosa que entronca directamente con el carisma palautiano: "amar a Jesús y a los demás porque son su imagen". Hacerles el bien gratuitamente y siempre, sin preocuparnos por el "gasto de los  sellos", pues el Señor siempre es Providencia para los que confían en El.
                                                                                 Lourdes Buil, cmt