Orar con Teresa Mira, cmt

     

 27 de septiembre, Eucaristía de acción de gracias
parroquia San José, Algueña, Alicante


Preside: D. José Luis Casanova Cases
Delegado diocesano de las Causas de los Santos – Orihuela, Alicante

Monición
Proclama la Monición de entrada: Rosario Montero, cmt

Canto de entrada: Pueblo de Reyes
Kyrie
Gloria (A. Mejía)
Coral de la Parroquia San José, Algueña, Alicante

Liturgia de la Palabra:

Num 11, 25-29
Salmo 18;
St 5, 1-6
Evangelio Mc 9, 38-43 – 45- 47-48




Homilía
Credo

Oración de los fieles:

Celebrante: Oremos por todos los hombres para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad:

Respondemos: Danos Señor un corazón sencillo

. Por el Papa Francisco, por nuestro Obispo y demás obispos de la Iglesia universal, para que la luz de Cristo Resucitado les ayude a ser testimonio de amor y de servicio. Roguemos.

. Por la paz entre los países y pueblos, por la paz en los corazones de los hombres para que nos empeñemos en construirla desde la comprensión y la solidaridad. Roguemos

. Por los gobernantes de las naciones, de nuestra patria, de este pueblo de Algueña, para que trabajen por la justicia y el progreso de todos los hombres, especialmente de los más pobres y necesitados. Roguemos

. Por los inmigrantes, y refugiados políticos, para que se sientan aceptados y acogidos con amor fraterno. Roguemos

. Por las familias y los educadores para que a ejemplo de H. Teresa Mira sepan crear ambiente donde los niños y jóvenes crezcan humana y espiritualmente. Roguemos

. Por las Carmelitas Misioneras Teresianas, para que a ejemplo de H. Teresa Mira, vivan con alegría y generosidad el don de la vocación a la que han sido llamadas. Roguemos

. Por todos los que participamos en esta Eucaristía, para que el Señor nos conceda, por intercesión de la Venerable H. Teresa Mira, el don de la sencillez y la bondad de corazón. Roguemos

Celebrante: Dios nuestro, que no privas nunca a tu pueblo de profetas que anuncien el Evangelio, derrama el Espíritu sobre la Iglesia, para que, a ejemplo de H. Teresa Mira, cmt, todos los fieles proclamen con valentía ante el mundo tus maravillas, Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN

Ofertorio:  

Ofrecemos: libro de la Positio, luz, flores, mapa mundi, Pan y Vino

Con estos dones Señor elevamos nuestros corazones hacia Ti, para que, a través de la luz y la belleza de la creación, se abran a tu amor, y a ejemplo de Teresa Mira, podamos ofrecerte con el Pan y el Vino, la bondad, la sencillez, la ternura, el dolor, la pobreza, y el sufrimiento de todos los hombres nuestros hermanos


Canto: Como el Padre me amó
Santo: Händel

Padre Nuestro: "Simond & Garfunkel", "gallego"
Paz Señor: música de Jhon Denver

Comunión: Pescador de Hombres, Si me falta el amor.


Acción de Gracias:

Señor, que te revelas a los humildes y pequeños, nuestra hermana Teresa Mira, cmt, vivió en profundidad la experiencia de tu bondad y su respuesta fue de apertura y disponibilidad a Tu Palabra, el Padre encontró en ella, un cauce de agua limpia para hacer llegar a los hombres su cercanía y su ternura.

Responden todos: Te damos gracias por su vida.

Gracias Teresa, porque nos enseñas a ser humildes, a amar los tesoros de los pobres que encontramos en el camino, de los niños, de los necesitados.

Gracias Teresa, porque fuiste testigo silencioso, pero claro y eficaz de la Buena Noticia de Jesús. Tu silenciosa aceptación del sufrimiento, son hoy un mensaje de esperanza para los que queremos hacer vida la Palabra  de Jesús

. Los que conocieron a Teresa Mira de niña, le daban el calificativo de “pacífica”, por donde pasaba dejaba paz, calma, tranquilidad. Su serenidad, su tacto su discreción operaban como un bálsamo en los corazones:

 Gracias Teresa, por tu ejemplo hacia los niños que educaste con cariño y ternura de madre.

. La presencia de María siempre estuvo patente en la vida de Teresa Mira:

Gracias Teresa, porque nos enseñaste a amar a María con un corazón limpio y lleno de esperanza en su Amor de Madre.

. El Señor nos ha regalo la vida de nuestra hermana Teresa Mira, para enseñarnos a entregar la vida:

Gracias Teresa porque nos enseñaste que “para Dios todo es poco”,  a vivir muy cerca de Él y llevar su presencia a los hermanos, a sentir la alegría de “hacer el bien a todos

. Gracias porque nos han enseñado el Evangelio con tu vida.

Antes de despedirnos oramos juntos al Señor pidiendo la gracia de su glorificación

ORACIÓN

Oh Dios, que te complaces en las almas humildes y sencillas, glorifica a tu sierva Teresa que hizo ideal de su vida amarte sin ostentación y darse por tu amor a cuantos la trataban. Concédenos que sepamos servirte y amarte como ella, sin reservas, y la gracia que ahora te pedimos por su intercesión. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Canto final: ¡Salve Teresa de Algueña!







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 26 de Febrero
 Momento orante al lado de Teresa Mira, cmt
 Recordando su muerte 

Sepulcro de Teresa Mira, cmt en Novelda, Alicante
           Orientaciones didácticas

         Preparación remota personal 

  • Leemos: Algunos textos que nos introducen en el itinerario de enfermedad y dolor sufridos por Hna. Teresa a lo largo de su vida
  • Nos situamos en el contexto de su muerte. Para ello: Leemos los testimonios de las personas que estuvieron junto a ella en ese día. Podemos confrontarlos con el testimonio que nos dejó su hermana Magdalena.
· Qué me dicen a mí, personalmente?
· Cómo ilumina mi vida personal y de comunidad?

        Momento orante comunitario

  •  Se reparte un ejemplar a cada hermana  del relato de su muerte
  • Alguna hermana, ilumina el texto subrayando la generosidad y entrega de  Hna. Teresa durante su vida y en el momento de su paso a la Casa del Padre    
  • Se entrega un ejemplar a cada Hna. con el relato de su muerte y entierro, escrito por varios testigos
· Oramos el texto siguiendo los pasos que allí se indican
Traslado de sus restos a la capilla del colegio de Novelda

   “Deprisa hacia el cielo” 

Invocación al Espíritu: pedimos luz y sabiduría de corazón para dejarnos interpelar y enseñar  

Testimonio  de  su hermana Magdalena  

     Se lee el testimonio en voz alta, alternándose varias personas
     Dejamos que penetren y resuenen en nosotras todos los detalles que nos
     llegan a través de estos testimonios

      “Sentías la necesidad de dejar este mundo y entregarte para siempre al Amado. Tu cuerpo estaba ya tan extenuado y consumido que nada le quedaba por perder. Sólo te quedaba el corazón colgado dentro, se supone que sostenido por el amor. Aquí tienes hermana mía el martirio que tanto anhelabas en tiempo de guerra cuando decías: “No tendremos tanta suerte de ser mártires”.

      El señor tiene muchas clases de martirios  para sus esposas y a ti te tenía preparado éste.  Los tres últimos días que precedieron a tu muerte, te dejaron sentir todo el peso que puede sufrir una persona: dolores y angustias de muerte que parecían superiores a tus fuerzas. […]

      Con estos dolores, angustias y ahogos, llegó la noche del día 26 de febrero de 1941, martes de carnaval. Después de la procesión  de desagravio al Señor que se acostumbraba hacer en dicho día, antes de retirarse, la comunidad pasó por tu celda para verte.  Al ver que empeorabas, algunas hermanas se ofrecieron  para velarte, pero la superiora, pensando que pasaría el mal momento, y como al día siguiente tenían que estar en las clases, sólo permitió que se quedara la Hna. Ángeles. A las once de la noche, desaparecieron los mareos y los ahogos, quedándote una respiración tranquila y normal. La lucha estaba concluida. Dos horas estuviste con esta respiración de paz. Y a la una de la mañana del día 26, miércoles de ceniza, estando presentes la Madre superiora y Hna. Ángeles, y doña Lola desde la puerta se dieron cuenta que con santa paz, dejabas de existir. Cuando llegó la comunidad ya habías entregado tu alma al Creador….”

Testimonio  de  Doña Lola 

 Escribe Magdalena: El  28 de febrero de 1941, dos días después de su muerte, recibí carta de doña Lola, explicándome todo lo ocurrido en tu muerte y entierro. La copio tal como ella la escribió.

    “Querida Magdalena:
    No sé cómo escribirte ni mi mano está para ello, pero quiero hacerlo y unirme a ti en esta pena, pues las dos tanto queríamos a nuestra Teresa.  Yo estoy como puedes comprender, llena de pena; la quería como si fuese mi hija y hubiera hecho lo imposible por salvarla. Toda su ilusión era unirse para siempre a Jesús y verle cara a cara, así que cuando me veía triste me decía que no llorara, que ella desde  el cielo pediría por mí.

   Desde el día 23 se puso más grave y veíamos se acercaba su término, hasta entonces jamás se quejaba, pero desde ese día sentía la pobrecita tanta angustia que no podía callar; y el miércoles de ceniza, entre el 25 del Niño Jesús de Praga, y el 26, a la una de la mañana, murió con la tranquilidad de una santa.

   Me pidió que, si moría, fuera a verte y decirte que no te había olvidado en ningún momento, estoy decidida a cumplir su voluntad, y deseo que sea cuanto antes.

   Como te digo murió como una santa, quedó un par de oras antes de morir con una tranquilidad que parecía estaba dormida, y así fue apagándose su respiración. Como la vi. tan mal no me acosté, y desde la puerta de su celda, donde siempre estaba contemplándola, dándome cuenta de su final, me metí en el cuarto y le pedí a la madre superiora que me dejara darle un beso. Y le dí muchos, pero al besarle se me iba con ella el corazón.

   El entierro ha sido inolvidable; hombres, mujeres, niños, todo el pueblo asistió en procesión. Todas las iglesias tocaron las campanas. Su cuerpo expuesto estaba cubierto de violetas, que las pasaban por sus manos y rostro y se las llevaban como reliquia; volvían para poner más violetas y al momento se las quitaban. […]

   El cortejo fúnebre lo presidía el señor cura, también iban el alcalde, el notario, el juez y la guardia civil. Al llegar al cementerio, abrieron la caja y todos querían llevarse algún trozo de su hábito y de la capa y como no les dejaron, pasaban sobre su cuerpo rosarios, pañuelos y cuanto tenían.

   Puedes estar tranquila que nada le ha faltado, y cuando nos veamos te contaré muchas cosas. Que nuestra Teresa pida por nosotras  y con recuerdos de tus padres tan apenados como puedes comprender, te abrazo con mucho cariño”.

    Testimonio  de  Ela Belló a Hermana Magdalena

     “No sé cómo empezar la carta. ¡Teresa, la quería tanto...y ya no existe!  Pensar que ya no tendré sus santos consejos...pero por otra parte siento gran satisfacción al considerar  lo que estará gozando del Amado, y que desde el cielo nos recordará y se compadecerá de nuestras miserias .

  Sí, Magdalena, tenemos una hermana menos en la tierra, pero una santa en el cielo que nos enseñará a seguir el camino que ella siguió para llegar en tan breve espacio de tiempo al grado de perfección tan brillante que ha alcanzado, y nos enseñará a amar al Amado, con ese amor que ella le amaba, ese amor que buscaba el sacrificio.

   Su entierro no fue un entierro, fue una procesión; le hicieron  entierro general y cuando llegamos al cementerio, si hubieran permitido, la gente se hubiera llevado su ropa a pedazos. Ha dejado un recuerdo en el pueblo, con quien hables se dice algo de ella, sacan fotografías, piden reliquias.  La madre superiora que pensaba quemarlo todo, no quemará nada, lo desinfectarán, y cuando esté en condiciones lo darán a quien deban darlo.

   Todas las hermanas la querían mucho, en particular la Madre y la Hna. Angelita, la cual cuando tenía un rato libre estaba con ella.

   No podía dejar de sentir un atractivo espiritual hacia ella, ya sabes que mi vocación religiosa se la debo a ella. Siento mucho el haberla perdido en los críticos tiempos en que necesitaba de sus acertados consejos, pero confío y tengo la completa seguridad que desde el cielo me ayudará a conseguir ver cumplidos mis deseos de ser religiosa, y no sólo a mí sino a mis amigas que consultaban con ella los deseos de ser religiosas carmelitas”

Terminamos este momento orante con la
ORACION a  H. Teresa Mira para pedir su pronta canonización